Como por arte de magia, el Hospital Niño Jesús se convierte en el Parque del Retiro. Con sus árboles, pájaro y hasta mimos, títeres y payasos. Una forma de abrir la ventana a los niños que están ingresados en el hospital y que no podrían de otra forma pasear por este increíble parque, a pesar de tenerlo enfrente.
La planta dedicada a los niños ingresados en el hospital Niño Jesús es a partir de ahora un frondoso parque repleto de sorpresas. Paredes y techo del pasillo se han decorado con árboles y hasta en las esquinas puedes encontrar algún que otro pájaro cantarín.
No faltan los títeres, payasos y mimos. Un lugar donde poder soñar y disfrutar del inmenso colorido que invita a los niños ingresados por diferentes enfermedades a seguir luchando.
Un parque reproducido al detalle
Como si de un calco se tratara. Los pasillos de la primera planta del Hospital Niño Jesús ofrecen espacios sorprendentes: desde el Palacio de cristal hasta la Rosaleda.
Un proyecto que busca, según el director del Hospital infantil (César Gómez), humanizar las instalaciones y "que esta estancia sea lo menos agresiva posible para el niño".
En total son 544 metros cuadrados, que abarcan la sala de espera, los huecos de las escaleras y los diferentes accesos a las salas, incluida la zona quirúrgica y los hospitales de día.
Tampoco se olvidan los juegos que más triunfan entre los pequeños. Dentro de una cabaña de madera, los niños también podrán jugar a sus videojuegos favoritos.
Y eso que el proyecto aún no ha terminado. Esta es solo la cuarta fase. Y son siete. Con el nombre de 'El Retiro invade el Niño Jesús', el Hospital infantil tiene previsto convertirse en un hogar para los niños, en un refugio alegre en donde poder pasar un tiempo hasta que puedan volver a salir totalmente recuperados. Un proyecto, por cierto, puesto en marcha por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid en colaboración con la Fundación Juegaterapia.