5.400 sanitarios contagiados. Un 14% del total de infectados por el Covid-19 pertenecen al sector sanitario. Es la cifra más alta del mundo: en Italia son el 8% y en China el 4% de los contagios. Una situación que está sobrepasando a los hospitales ya de por sí sometidos a una presión asistencial sin precedentes. Algunas urgencias, como las del Hospital Severo Ochoa de Leganés, siguen desbordadas, atendiendo al triple de pacientes de los que se registran habitualmente.
Las urgencias del Severo Ochoa de Leganés atienden habitualmente a 90 personas. Hoy, han tenido picos de 270 pacientes. Están desbordados.
Muchos de los profesionales sanitarios están viviendo los peores días de su vida, aun así no se rinden y siguen dando la batalla, aunque reconocen con tristeza que “ven morir a gente que no debería morir”.
El Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda ha habilitado un área de hospitalización nueva de casi 2.000 metros cuadrados con capacidad para ingresar a 98 pacientes más.
En el Hospital Carlos III, entre camas convencionales y de críticos tiene una ocupación de 707 pacientes y en La Paz la sala de espera se ha convertido en lugar de hospitalización de 45 pacientes en sillones.
Como noticia esperanzadora, por lo menos, se ha frenado el ritmo ascendente de hospitalizados en Madrid, que sólo aumentó ayer un 7 por ciento.
El frente de los Juzgados
Los sanitarios siguen pidiendo material y más ayuda y la demanda ya ha llegado a os Juzgados.
La jueza del número 31 de lo Social ha instado a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a dotar de material de protección a todos los centros en un plazo de 24 horas, tras la demanda del sindicato AMYTS.
Mientras el Tribunal Supremo rechaza la misma medida que había solicitado la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos pero esta vez dirigida contra el Ministerio de Sanidad.
Todo ello, pese a que la autoridad sanitaria está unificada y sometida al mando del Ministerio de Sanidad tras la declaración del estado de alarma por el Gobierno.
El Sindicato de Enfermería y CSIF también han denunciado ante la Inspección de Trabajo al Servicio Madrileño de Salud por no proteger a los trabajadores.