Este jueves se cumplen 15 años del atentado de ETA en la T4 de Barajas que acabó con la vida de dos personas. Un caso que, a pesar de tener ya tres etarras condenados, sigue abierto en los tribunales. La Audiencia Nacional investiga si detrás de él está el histórico jefe de ETA. Txeroki.
ETA reventaba con un coche bomba el alto el fuego que había declarado el 22 de marzo.
A las ocho de la mañana, apenas 20 horas después del que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzara un mensaje optimista.
Un comunicante anónimo anunciaba en nombre de ETA que una hora después estallaría un coche bomba en el aparcamiento D de la casi recién inaugurada T4. En plenas fiestas, en Barajas había, en ese momento, unas 20.000 personas.
La explosión demolió parte del edificio de cinco plantas, y provocó heridas a 19 personas.
Al mediodía se anuncia que hay un desaparecido, un ciudadano ecuatoriano, Diego Armando Estacio. Por la tarde, añade un segundo, Carlos Alonso Palate, también ecuatoriano. Los dos habían ido a recoger familiares y habían decidido esperar en sus coches. Se tardó días en poder recuperar sus cuerpos.
A diferencia de otras treguas, este vez ETA no anunció la ruptura del alto el fuego. En 2010 aa Audiencia Nacional condenó a 1.040 años de prisión a los etarras Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián.
Ahora se ha reabierto el caso para investigar si el exjefe de la banda Mikel Garikoitz Aspiazu, Txeroki, dio la orden de atentar