Desde Génova aseguran estar hartos de amenazas y desvinculan a la actual dirección del PP de las denuncias de financiación ilegal de su extesorero Luis Bárcenas. Mientras, el resto de los partidos reprochan a Casado que se esconda en el pasado.
Bárcenas ha asegurado en un escrito enviado a la Fiscalía que el PP contaba con una supuesta caja B, con donaciones de empresarios y sobresueldos a dirigentes, desde 1982 y que el sistema, que ya estaría vigente con José María Aznar, se extendió hasta 2009, con conocimiento de Rajoy, quien se habría incluso deshecho de pruebas.
La actual dirección del PP se desvinculó ayer de estas acusaciones, y este jueves Javier Maroto ha ejercido de nuevo de portavoz para defender que con Pablo Casado el PP tiene "tolerancia cero" con la corrupción y que ni siquiera conocen al extesorero, cuyas revelaciones atribuyen a la estrategia de un "preso".
El portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto sigue defendiendo la honestidad de Rajoy, aunque ha apuntado que "si alguien ha hecho algo mal, da igual quien sea, que lo pague", al tiempo que ha pedido a Bárcenas que, si posee alguna prueba, la saque, porque "ya aburre".
La vicepresidenta primera del Gobierno y socialista, Carmen Calvo, considera "insultante" que el PP se "desentienda" de las acusaciones y diga que no le importan, "sin el más mínimo pudor de humildad, perdón y respeto a los ciudadanos", cuando "lo que se está evidenciando en los tribunales es algo gravísimo". "¿En qué quedamos: en que tienen historia y ese partido es el suyo o en que ese partido lo fundaron anteayer el señor Maroto, Casado y el resto? Se tienen que aclarar y, si no, se tendrán casi que refundar. Lo otro es un insulto a la inteligencia de la opinión pública", ha subrayado en una entrevista en Ser Catalunya.
Claro que Javier Maroto le reprocha a Calvo que de lecciones de honorabilidad tras estar en el Gobierno de los ERE de Andalucía. "Utilizar los esqueletos del pasado, viniendo de alguien del PSOE de Andalucía, yo me lo miraría, por mucho que estén en campaña Calvo y el resto de su equipo. Creo que hacen el ridículo dando lecciones de honorabilidad en relación a la corrupción", ha enfatizado.
Ciudadanos, socio del PP en cuatro gobiernos autonómicos y múltiples alcaldías, ha pedido al PP que no mire a otro lado y colabore, algo que no lo ha hecho hasta ahora, según Edmundo Bal, que reclama que Bárcenas tire de la manta para que los españoles conozcan qué pasó en esos "años oscuros del PP".
Para Podemos, las acusaciones de Bárcenas, que dice haber alcanzado un acuerdo con el PP para proteger a su mujer, demuestran que Casado no renueva el poder judicial porque lo que busca es controlar a la justicia para proteger a los suyos de la corrupción, según ha señalado Pablo Echenique.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, cree que las acusaciones salpicarán al actual líder del PP, porque, aunque "Casado era un chaval, ya se paseaba con toda esta gente por los pasillos" y ha calificado a los "populares" de "patriotas de cartón piedra".
Vox se ofreció ayer como refugio para los votantes del PP que se sientan "traicionados" cuando conozcan los detalles de los papeles de Bárcenas. "No os sintáis huérfanos", señaló en Twitter la portavoz adjunta de Vox en el Congreso, Macarena Olona.
Entre tanto, el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, guarda silencio ante las acusaciones del extesorero, aunque su posición se conocerá cuando acuda como testigo al juicio sobre la caja B del PP, que empieza la próxima semana. Además, los diputados le exigirán explicaciones en la comisión de investigación sobre el caso Kitchen, con la que el Congreso busca dilucidar si el Gobierno de Rajoy usó fondos reservados para destruir las pruebas con las que Bárcenas pretendía demostrar la existencia de una caja B.