Es una enfermedad silenciosa porque hay veces que el ruido lo tenemos tan metido en nuestras cabezas que no somos capaces de oírlo hasta que no se hace el absoluto silencio. Pero es una amenaza muy real para nuestra salud y este miércoles es el momento perfecto para denunciarlo y poner remedio porque celebramos el Día Mundial del Ruido, o más bien, contra el ruido.
La contaminación acústica afecta al sueño, provoca alteraciones de conducta y muchas veces daños irreversibles. Ocho de cada diez españoles vive estresado por el ruido que padece.
Supera los niveles en las ciudades
El tráfico, las obras, los transportes públicos… La exposición al ruido en las ciudades supera habitualmente el nivel de 85 decibelios que recomienda la Organización Mundial de Salud.
La contaminación ambiental no es sólo una cuestión de confort, de que el ruido sea molesto, es un problema de salud pública responsable directa de la muerte prematura de 12.000 personas cada año en Europa, según la Agencia Europea de Medioambiente.
También dificulta el proceso de aprendizaje de los niños. Poco a poco, Madrid vuelve a la normalidad tras la pandemia y vuelve a subir el ruido. Reducir el ruido es sinónimo de cuidar el entorno en el que vivimos.