Cuatro meses después del incendio de Nôtre-Dame, su reconstrucción vuelve a levantar polémica. Grupos ecologistas y vecinos de la catedral parisina denuncian la contaminación que provocan sus obras. Temen que el plomo, el amianto y otros materiales dañinos se extiendan por el ambiente.
¿Reconstruirla o modificarla?
Reconstruirla o modificarla. Invertir millones en poco tiempo o esperar. Con donaciones privadas o con dinero público. El incendio de Nôtre-Dame no sólo ha dejado un rastro de cenizas, sino de polémicas. Algunos ecologistas reclaman encapsular las obras para evitar soltar polvo a la atmósfera. Algo que rechaza el deán del templo, que propone, en cambio construir algún tipo de paraguas gigante para proteger tanto las obras, como a los vecinos y el aire de París.
Los críticos con las obras lamentan que las autoridades se muevan con lentitud para proteger tanto a los trabajadores de Nôtre-Dame como a los vecinos y visitantes. Y piden análisis exhaustivos de los niveles de metales pesados en la atmósfera.
Con o sin polémicas, el templo sigue atrayendo a miles de turistas a sus alrededores.