Unas celebraciones de La Virgen de La Almudena atípicas en las que ha habido limitación de aforo. En total, unas 350 personas, entre religiosos, representantes políticos y devotos de la Virgen, han podido acceder a la misa de la catedral.
Este año los madrileños no han podido realizar ni la tradicional ofrenda floral, ni la Virgen ha salido en procesión por las calles del centro de Madrid. Sin embargo, eso no ha hecho que desde primera hora de la mañana los madrileños acudieran a ver a su patrona.
Fieles, cofradías y hermandades se lamentaban por no poder estar tan cerca como les gustaría de la Virgen de la Almudena. Muchos de ellos, han esperado durante horas para ver si podían conseguir acceder a la catedral y así vivir la misa desde dentro.