Fumar perjudica seriamente la salud. Lo saben los fumadores, pero, aún así, uno de cada cuatro madrileños sigue fumando. El Gobierno madrileño destacó este dato coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este viernes.
Según la Comunidad, desde 1995 se viene produciendo en la región un descenso constante del número de fumadores, de forma que en el caso de los hombres ha caído del 45,8% al 26,6% y en el de las mujeres del 39,1% al 25,3%.
En cuanto a los jóvenes madrileños, los datos apuntaron que, de los de edades comprendidas entre 15 y 16 años, el 13,6% son fumadores habituales (el 6,4% fuma alguna vez a la semana y el 7,2% fuma diariamente).
En España cada año hay más de 52.000 muertes vinculadas por este hábito, y según la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (Edades) con datos de 2017 el consumo ha aumentado alrededor de un 3% respecto a 2015, sobre todo en los jóvenes y ha subido al 34% la población que fuma a diario.
Además, la mortalidad por cáncer de pulmón en las mujeres las últimas dos décadas se ha duplicado.
Sanidad financiará los medicamentos para dejar de fumar
El Ministerio de Sanidad ha iniciado los trámites para financiar los medicamentos para dejar de fumar, según ha anunciado su titular en funciones, María Luisa Carcedo, quien ha explicado que este proceso se ha puesto en marcha tras conocer los resultados de un programa de deshabituación desarrollado en Navarra.En el Día Mundial Sin Tabaco, la ministra ha participado en una jornada científica sobre "Nuevos retos, la misma amenaza" en relación al tabaco, donde ha anunciado que la Comisión de Salud Pública y la de Farmacia han comenzado los trámites para la financiación de estos medicamentos.
De lo que se trata es de luchar contra el hábito tabáquico y de hacerlo potenciando e implicando más a los médicos de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud (SNS) en la atención al fumador, además de adoptar las medidas que se hayan demostrado eficaces.
Todas las que sirvan también para combatir ese "cierto relajo", que ha reconocido que hay en el cumplimiento de las leyes de 2005 y 2010, en especial en el hecho de asegurar los espacios sin humos.