Los mayores de Madrid abarrotan los parques. Con los centros de ocio para ellos cerrados por el coronavirus se han buscado otras alternativas.
Se juntan en asociaciones que no son para jubilados, en bares donde juegan a las cartas y en centros comerciales. No les preocupa el coronavirus y por eso no hacen caso a las recomendaciones de la Comunidad de Madrid para que se queden en sus hogares, para que no frecuenten los lugares abarrotados en los que no se puede mantener la distancia de seguridad personal de un metro.
Lo que tienen es miedo a quedarse en casa. "Allí -dicen- les da por pensar, dar vueltas a la cabeza y bromeando responden que de morirse mejor jugando a la petanca, en la calle".
Aún así hay asociaciones de mayores en Fuenlabrada que pegan carteles informativos en los portales de las viviendas para recordar las medidas de prevención.
Este miércoles volverán al parque. Y muchos acompañados de sus nietos. Cierran los colegios y aunque son un colectivo de riesgo sus hijos tienen que trabajar y no tienen con quién dejar a los niños. Una vez más, se recurre a los superabuelos.