Siguen los interrogantes sobre el aforo y la movilidad de cara a la Navidad. Quedan tres semanas para la Navidad y aún muchas dudas por resolver como si se podrá viajar a otras comunidades, cuántas personas podrán sentarse en nuestra mesa o a qué hora tendremos que volver a casa.
Una Navidad que mañana perfilan Gobierno y Comunidades Autónomas en la reunión del Consejo Interterritorial. Y sobre la mesa están las cifras de un mes de noviembre negro. Se han notificado 9.500 fallecidos, el mes con más muertes desde abril. Las cifras de contagios y de muertes ahora están descendiendo, pero en esta reunión se verá si pesa más la prudencia o se relajarán las medidas.
Es posible que las medidas se endurezcan, como pide Asturias, o bien que se flexibilicen como proponen Madrid y otras comunidades que piden reuniones con 10 personas y reducir media hora el toque de queda.
Virulenta segunda ola
El caso es que finaliza noviembre con un goteo constante de fallecidos por Covid-19 que supera los 9.500. El segundo mes de la pandemia, después de abril, con más defunciones. Las restricciones tienen su efecto y desciende el número de contagios, pero la cifra de fallecidos, los que se contagiaron hace semanas, refleja la virulencia de la segunda ola.
A la vista de los datos y de las aglomeraciones de este fin de semana en Madrid, Barcelona o Valencia, los expertos insisten: No deben repetirse los errores en una desescalada precipitada por las fechas navideñas a las puertas del invierno.
Responsabilidad y restricciones
Piden responsabilidad a la hora de revisar las restricciones. “Hay que actuar con responsabilidad y prudencia porque las imágenes que estamos viendo no parecen apuntar a ello”, señala José Antonio López Guerrero, microbiólogo de la Universidad Autónoma de Madrid.
Mañana vuelve a reunirse el Consejo Interterritorial de Salud. Sobre la mesa qué hacer en Navidad. El plan del Gobierno limita a 6 personas el aforo de las reuniones, retrasa en Nochebuena y Nochevieja el toque de queda hasta la una y aconseja no celebrar la Cabalga de Reyes.
Un plan que cuenta con el visto bueno de Andalucía, Castilla y León, Extremadura, La Rioja y Asturias. Comunidades que piden además margen para ser más restrictivas si llegado el momento, la situación lo requiere.
Euskadi, Cataluña, Valencia, Madrid y Navarra son partidarias de aumentar a diez el número de comensales. En el lado opuesto, Aragón, Baleares, Cantabria y Ceuta que consideran que no se dan las condiciones para ampliar el contacto social.