La pandemia ha triplicado el número de trastornos mentales entre los niños y adolescentes, con un 3% que ha tenido pensamientos suicidas en 2021. Es la principal conclusión de un informe elaborado por Save the Children que advierte de la falta de recursos humanos especializados. España tiene uno de los ratios más bajos de psicólogos de Europa.
En 2020 se suicidaron 61 niños y adolescentes en nuestro país y otros muchos tuvieron tentativas. Una encuesta entre dos mil padres, realizado por la ong, revela que el trastorno mental está ahora muy presente en la infancia y adolescencia.
La OG alerta además que en ese periodo se han reducido los diagnósticos y los servicios de salud mental infantojuveniles están saturados.
Los trastornos mentales han aumentado del 1% al 4 % en menores de entre 4 y 14 años y del 2,5 % al 7% en el caso de los trastornos de conducta, según la encuesta realizada por la ONG a 2.000 padres y madres sobre la salud mental de sus hijos, que compara con los últimos datos oficiales disponibles de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) de 2017.
En su informe "Crecer Saludable(mente). Un análisis sobre la salud mental y el suicidio en la infancia y la adolescencia", la organización de defensa de la infancia expone que los menores que viven en hogares con bajos ingresos tienen una probabilidad cuatro veces mayor de sufrir trastornos mentales y/o de conducta que los de hogares de renta alta.
La pandemia ha traído a la vida de los menores nuevas preocupaciones, miedos, infelicidad y ha puesto de manifiesto la magnitud de los problemas de salud mental que hay en nuestro país, ha aseverado el director general de Save the Children, Andrés Conde.
"Las situaciones que llevan a los niños y niñas al suicidio son conflictos familiares graves y separaciones, problemas de acoso por parte de iguales, humillaciones y malos tratos, soledad, desengaños amorosos, la muerte de familiares, fracaso escolar y la presión para evitar ese fracaso, y la discriminación por orientación sexual", ha explicado Conde.
Pocos psiquiatras
El sistema sanitario y los servicios de salud mental infantojuveniles no están suficientemente dotados para el reto que tienen por delante, denuncia la ONG.
Las largas listas de espera superan en algunas comunidades los dos meses, como Murcia y Madrid, para acceder a una consulta de psicología clínica. Solo el 60 % de los hospitales de la red pública cuenta con atención psicológica y la ratio de psiquiatras por habitante es de las más bajas de Europa.
"Las listas de espera para recibir atención psicológica o psiquiátrica se convierten en un cuello de botella al tiempo que el trastorno suele ir empeorando o cronificándose", indica la organización.
El pasado 3 de diciembre el Gobierno aprobó la Estrategia de Salud mental con una prioridad, un modelo de atención integral, pero sin una dotación financiera para su puesta en marcha.