El tribunal que juzga el 'procés' independentista ha eximido este martes de comparecer como testigo al vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonès, después de que éste manifestase su intención de no declarar, acogiéndose a este derecho como investigado en otro procedimiento, el relativo a la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
El presidente del tribunal, el magistrado Manuel Marchena, ha afirmado que Aragonès se encuentra en una situación en la que no existe una "imputación formal" contra él aunque el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que investiga los preparativos del 1-O, haya elevado una exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, debido a su condición de aforado. "Puede dibujar un escenario en el que usted tenga interés en no declarar", ha añadido.
Con todo ello, el 'número dos' de la Generalitat ha manifestado su "deseo" para no contestar a las preguntas que le puedan formular las distintas partes, entre ellas la acusación popular ejercida por Vox que ha solicitado su testifical, por su condición de investigado.
A su salida del Tribunal Supremo, ha declarado a los medios que "el fraccionamiento de la causa y el hecho de que mismos hechos estén siendo juzgados en varios tribunales evidencia el carácter político de esta causa". "Es una causa motivada políticamente, se intenta enjuiciar un programa político y una posición política a favor de la independencia de Cataluña", ha señalado.
A renglón seguido, ha defendido esa ruptura. "Estamos convencidos de que la independencia de Cataluña es lo mejor que le puede pasar e nuestro país para administrar sus recursos y tomar sus decisiones como una sociedad adulta", ha asegurado.
Declaración de Jané
Por su parte, el exconseller de Interior Jordi Jané ha asegurado este martes que el Govern nunca se planteó "ningún tipo de escenario en el que los Mossos se apartaran de la legalidad", pero ha admitido que dimitió en julio de 2017 ante la posibilidad de una futura "situación de no acuerdo" con el Estado.
En su declaración como testigo ante el Tribunal Supremo en el juicio del "procés", Jané ha dado cuenta este martes de las razones por las que el 14 de julio de 2017 abandonó la consellería de Interior, en la última remodelación del gobierno que emprendió el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, apenas meses antes del 1-O.
Tras evocar la "dedicación tan intensa" que le requería el cargo de conseller de Interior, Jané ha explicado que decidió dejar el Govern al entender que había "finalizado una etapa" como conseller porque se habían cumplido varios objetivos que se había marcado al principio de su mandato, entre ellos la celebración de la Junta de Seguridad de Cataluña -que llevaba ocho años sin reunirse- y la convocatoria de 500 nuevas plazas de Mossos d'Esquadra.
Preguntado sobre si llegó a plantearse que el Govern convocara unilateralmente un referéndum, Jané ha confesado que siempre pensó "que se llegaría a algún acuerdo antes", porque "lo que estaba sobre la mesa era intentar por todos los medios una solución acordada".