Agentes de los GRS de la Guardia Civil se despliegan cada noche en Paiporta (Valencia) para vigilar, garantizar la seguridad de los vecinos y evitar los robos y saqueos.
Cuando cae el sol en Paiporta, cae también la incesante actividad de vecinos y voluntarios. El centro de la localidad, arrasada por la DANA, sigue sin electricidad y cubierta de lodo, con las puertas de las casas arrancadas por el agua y cientos de ciudadanos y efectivos de las fuerzas de seguridad vigilando ante posibles robos y pillajes.
En las labores de vigilancia participa desde el miércoles pasado el Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil (GRS), cuyos efectivos superan los 300 en la zona cero de la catástrofe y solo en Paiporta, uno de los pueblos más afectados, hay más de 120.
Durante el día, ayudan en las labores de rescate de supervivientes y también en las de localización de víctimas mortales, y por la noche vigilan las calles menos protegidas del pueblo, donde hasta el momento han muerto cerca de 70 personas.
El capitán Baixauli, del GRS3 de Valencia, dirige operativos nocturnos en Paiporta, y junto a varios efectivos patrullan en coche y principalmente a pie, las calles anegadas de agua y barro.
"Las calles principales empiezan a estar despejadas, pero las del interior del pueblo están completamente colapsadas con enseres, de todas las casas que han tenido que desalojar", explica a EFE el capitán, natural de Paiporta, durante una ruta nocturna.