Es época de playa, piscina y sol, por eso, debemos recordar la importancia de protegernos especialmente a los colectivos más vulnerables como los niños. Las quemaduras, insolaciones o falta de hidratación son algunas de los efectos de estar demasiado tiempo bajo el sol.
Proteger a los más pequeños es de vital importancia, no solo hablamos de su piel, también los ojos requieren especial cuidado. Gorras, protector solar, vigilar que estén a la sombra y que beban bastante líquido son algunas de las soluciones.
Algunos usan hasta camisetas de protección solar para no quemarse la piel, “protectora solar de 50”, añade una vecina. Hacer actividades al aire libre donde haya agua es buena opción para pasarlo bien y evitar sufrir el calor.
Pero tan importante como proteger la piel de los niños, lo es cuidar de sus ojos, “aconsejamos el uso de gafas de sol o gorras para protegerse de la radiación solar y por supuesto no mirar directamente al sol ya que se pueden producir daños a nivel de retina y de córnea”, explica el Dr. Javier Fernández Vega del Instituto Oftalmológico Fernández Vega.
Tampoco debemos bajar la guardia cuando el día está nublado, “ya que la radiación solar es capaz de traspasar hasta un 90% a través de las nubes”, añade el doctor. Los bebés requieren además una atención especial, deben evitar la exposición directa al sol de forma prolongada y los que tengan menos de seis meses, mejor con ropa y sombreros o gorras.