El rey Felipe VI ha subrayado este viernes la labor de “construcción de acuerdos y consensos políticos” en las tomas de decisión como una de las labores fundamentales de los parlamentos y responsabilidad personal de cada uno de los parlamentarios.
El rey ha animado así a los cerca de 1.500 parlamentarios de 170 países reunidos en Madrid para la 143 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP) a ser conscientes de la importancia de su labor y de su responsabilidad y capacidad personal.
Felipe VI ha inaugurado este viernes la primera reunión presencial de los parlamentarios tras la pandemia, un formato que “permite una mayor intensidad e implicación”, que es “la mejor semilla para el acuerdo y una cooperación más intensa entre nuestras sociedades y países”, ha señalado.
Para el rey, los parlamentos son las instituciones centrales de la democracia y representación de sus ciudadanos, por lo que “reconocer la pluralidad de opciones legítimas y la necesidad de expresarlas y considerarlas es un valor fundamental” del parlamentarismo.
Ha sido entonces, cuando el rey ha recordado que los parlamentos “no son solo instrumentos de representación, sino también de decisión y de construcción de acuerdos y consensos políticos”, y ha subrayado que “la función de integración política y de construcción de acuerdos se basa en la acción y el compromiso de cada uno de los parlamentarios en el ejercicio de sus facultades y actividades individuales”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reivindicado la Transición española como un "ejemplo" y la Corona como su motor, y ha agradecido el apoyo de la Monarquía a aquel proceso que, a su juicio, no hubiera sido posible sin ese respaldo.
"Nada se hubiera logrado sin este respaldo a los anhelos y aspiraciones del pueblo español que hoy tienen en Felipe VI la estabilidad y sintonía con la sociedad que nuestras instituciones democráticas necesitan", ha dicho.
"Madrid es capitalidad, unidad, monarquía y transición", ha proclamado Ayuso en su discurso de bienvenida a los asistentes a la 143 Asamblea de la Unión Interparlamentaria que se celebra este fin de semana en la capital.
Las dificultades que atraviesa el parlamentarismo ha sido también eje de la intervención de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien ha planteado el reto que la pandemia ha supuesto para el normal funcionamiento de las cámaras y los peligros que entraña la consiguiente crisis sanitaria y económica y social. Según Batet, “toda crisis genera desconfianza y alejamiento de las instituciones”, lo que a su vez favorece la polarización y el auge de los populismos.
La deslegitimación resultante de las instituciones públicas y del pluralismo parlamentario, del debate, la negociación y el acuerdo políticos, “son un germen de crisis política que no sólo dificulta la recuperación sino que pone en peligro la estabilidad y las propias bases de la democracia”, ha advertido.
Por su parte, el presidente del Senado, Ander Gil, ha subrayado ante los parlamentarios la necesidad de ser "ejemplares", puesto que los parlamentos son "el escaparate de nuestras democracias". Por ello sus debates deben regirse por la "buena voluntad y el respeto", de modo que los "legítimos intereses ideológicos" sean compatibles "con una actitud proclive al diálogo y al acuerdo".