Ya tenemos clara la fecha a partir de la que podremos movernos con libertad por todo el país: el 21 de junio, justo cuando termina la sexta y última prórroga del estado de alarma. O más bien a partir de las 24 horas del día 20.
Así lo ha confirmado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien también ha comentado los puntos del decreto que fija las normas de la ‘Nueva normalidad’ que comenzará justo entonces.
Algunas novedades
Entre las normas hay algún cambio: por ejemplo, la distancia interpersonal, que se rebaja de 2 a 1,5 metros, una propuesta que partía de Ciudadanos.
Además, el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio en lugares cerrados y en lugares abiertos en donde no se pueda mantener la distancia de metro y medio. Infringir esta norma ya no llevará una advertencia, sino una sanción de 100 euros.
Este decreto estará vigente hasta que finalice la pandemia o bien llegue una vacuna para frenar al virus.
Además de los puntos referentes a la distancia de seguridad y el uso obligatorio de mascarillas, también se establece la obligatoriedad por parte de las Comunidades Autónomas de hacer test a los casos sospechosos e informar de inmediato al Gobierno. También será obligatorio para los gobiernos regionales establecer planes de contingencia en hospitales y residencias de ancianos para evitar rebrotes de la pandemia.
Se extienden más allá del estado de alarma las garantías para los consumidores en los contratos de compraventa o cancelaciones de viajes a causa de la pandemia. Y ya no será obligatorio el bono de un año al usuario.
En materia de deporte, el decreto aclara además que será el Consejo superior de Deportes quién tendrá la última palabra sobre la presencia de público en fútbol o baloncesto.
El texto contiene también medidas de organización e higiene para centros de trabajo, salud, comerciales, culturales, docentes y ocio. Y cambio importante en el decreto: el Gobierno ya no se reserva el poder de recuperar el control en momentos excepcionales.
Sin problemas para que salga adelante
El Decreto parece que no tendrá problemas para ser aprobado en el Congreso, ya que contaría con los votos suficientes para su aprobación tras haber cerrado un acuerdo con Ciudadanos.
Por su parte, Esquerra Republicana Catalana (ERC), pide una rectificación del texto y se opone dicen a "una nueva centralización"., mientras que el Partido Popular denuncia que el gobierno no le ha hecho llegar el borrador ni les ha llamado para negociar y que en realidad ya ha elegido a sus socios para pactar, entre los que se encuentran PNV, ERC y Bildu.