Un estudio coordinado por investigadores del IDIBAPS-Clínic Barcelona, ha concretado que las células que transforman una leucemia, que inicialmente puede ser indolente en un cáncer más agresivo, ya se pueden detectar en una cantidad muy pequeña al comienzo de la enfermedad.
La investigación ha sido publicada en la revista Nature Medicine, y supone un cambio en la visión que se tenía de la progresión de la leucemia, abre la puerta a un diagnóstico precoz y ofrece nuevas estrategias para su tratamiento.
Asimismo, el estudio demuestra que las células que provocan la recaída después del tratamiento y que darán lugar a la transformación de la leucemia en un tumor muy agresivo ya se pueden detectar en una cantidad muy pequeña al inicio de la enfermedad, muchos años antes de que se manifiesten clínicamente estas complicaciones.
Hasta ahora se creía que la leucemia progresaba porque sus células evolucionaban a lo largo del tiempo y se transformaban en tumores más agresivos, gracias a alteraciones en su genoma que las hacían más resistentes a los tratamientos. Pero, este nuevo trabajo demuestra que algunas de las células de la leucemia linfática crónica (LLC) ya han adquirido estas alteraciones al inicio de la enfermedad, pero en esa fase se encuentran en cantidades muy pequeñas.
Además, las observaciones esclarecen la denominada teoría del “Big Bang” de la evolución del cáncer, que propone que la célula original maligna rápidamente se multiplica en un gran número de células muy diversas y con múltiples alteraciones que dan lugar a complicaciones futuras por un proceso de selección de las más adaptadas.