Los expertos destacan que en 2020 fallecieron en España más mujeres que hombres por patologías cardiovasculares, (264,7 muertes por cada 100.000 habitantes frente a 241,1).
La Asociación de Cardiología Clínica remarca que las mujeres, a diferencia de los hombres, tienen una serie de factores de riesgo exclusivos y adicionales. “Estos factores de riesgo de las mujeres están determinados por su dotación cromosómica y, por tanto, por sus hormonas sexuales, es decir, por el mero hecho de ser mujeres”, explica su presidente, José María Gámez.
Riesgos propios para las mujeres
Problemas durante el embarazo, como el parto prematuro, el bajo peso del recién nacido al nacer, la hipertensión gestacional, la diabetes gestacional y el aborto espontáneo incrementan el riesgo cardiovascular de las mujeres al igual que otros trastornos hormonales como el síndrome de ovario poliquístico o la menopausia precoz.
Una buena alimentación es básica para prevenir las enfermedades cardiovasculares, pero no solo eso es importante. Hay otros factores como la contaminación ambiental o la salud mental que se relacionan con las enfermedades cardíacas: la depresión, los niveles elevados de estrés y los trastornos del sueño tienen que ver con el riesgo cardiovascular.
Con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra este jueves, la Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda la importancia de prevenir la aparición de las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en el mundo, y pone el foco en la contaminación ambiental y el bienestar emocional como factores de riesgo.
“Tener depresión, trastorno que afecta a dos millones de españoles, incrementa en un 60 % las posibilidades de presentar enfermedades cardiacas. Además, en los pacientes con infarto de miocardio la prevalencia de depresión es tres veces mayor que en la población general y está infra diagnosticada”, alerta la fundación.
También los niveles elevados de estrés se relacionan con un aumento del riesgo de infarto y aquellas personas con trastornos del sueño, como el insomnio, tienen un 45% más de riesgo de desarrollar o morir de enfermedad cardiovascular.
Según los cardiólogos, ser positivo mejora la salud cardiovascular: el optimismo reduce a la mitad el riesgo de infarto de miocardio frente al pesimismo, que supone un aumento del riesgo cardiovascular.
La contaminación, el cuarto factor agravante
La contaminación ambiental se ha posicionado ya en cuarto lugar en la lista de factores agravantes o desencadenantes de enfermedades cardiovasculares, solo por detrás de la hipertensión, el tabaquismo y la mala alimentación.
De hecho, la contaminación atmosférica puede estar relacionada con el 25% de todas las muertes por cardiopatía isquémica. “Favorece la trombosis, la inflamación, el estrés oxidativo y la disfunción endotelial”, apunta Violeta Sánchez, del grupo de la Sociedad Española del Corazón y la Fundación Española del Corazón dedicado al análisis del impacto del medio ambiente.
Comer bien y hacer deporte alarga la vida
La población no es del todo consciente de que cuidarse, es decir, alimentarse de forma saludable y hacer deporte, no solo previene enfermedades cardiovasculares, sino que también ayuda a prevenir otras enfermedades como el cáncer.
“Si dejas de fumar, si empiezas a hacer ejercicio, si pierdes peso, enseguida se pueden observar los resultados, lo que repercute de forma directa en el bienestar emocional con una mejora tanto física como psíquica”, explica el doctor Julián Pérez-Villacastín, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que recomienda también realizar yoga o taichi.
Reglas para la prevención
No fumar, controlar el estrés y las emociones fuertes, llevar una dieta saludable, realizar un consumo moderado del alcohol, hacer ejercicio, vigilar la tensión arterial y el colesterol, o dormir por lo menos siete horas al día son algunos de los consejos médicos para evitar infartos agudos de miocardio, insuficiencia cardíaca, hipertensión, anginas en el pecho o arritmias, recuerda el Sindicato de Técnicos de Enfermería con motivo del Día del Corazón.