El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha agradecido en el Congreso de Estados Unidos el apoyo recibido de parte del presidente del país, Joe Biden, a quien calificó como un "orgulloso sionista irlando-estadounidense".
Acto seguido, Netanyahu ha calificado a Biden como "un orgulloso sionista irlando-estadounidense", en referencia al apoyo del jefe del Estado hacia Israel y a sus raíces irlandesas.
Netanyahu ha pedido más armas para acelerar la lucha contra Hamás en la Franja de Gaza y ha augurado que no tiene planes de ocupar el enclave palestino.
"Dennos las herramientas más rápido y terminaremos el trabajo más rápido", manifestó el primer ministro, quien recientemente criticó a la Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por bloquear un envío de bombas a Israel.
El primer ministro fue invitado a su cuarto discurso ante el Congreso de Estados Unidos por parte del Partido Republicano, en una muestra de apoyo ante las tensiones desatadas entre la Administración de Biden y el Gobierno de Netanyahu por la forma como Israel conduce la ofensiva sobre la Franja de Gaza.
A pesar de ser el mayor aliado y suministrador de armas de Israel, el Gobierno de Estados Unidos ha sido crítico con los bombardeos israelíes sobre zonas densamente pobladas, los ataques a hospitales y las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria en el enclave palestino.
La relación de Biden con Netanyahu se ha tensado en los últimos meses, especialmente tras la muerte de cooperantes de World Central Kitchen, del chef español José Andrés, en un ataque israelí y la ofensiva en el enclave gazatí de Rafah.
La visita de Netanyahu llega en un momento de turbulencias políticas en Estados Unidos por el intento de asesinato contra el expresidente republicano Donald Trump y la renuncia a la campaña de reelección de Biden, quien señaló como sucesora a la vicepresidenta Kamala Harris, ausente en el discurso del primer ministro israelí.
Netanyahu, que fue invitado por las dos cámaras de Congreso de Estados Unidos y que fue boicoteado por decenas de legisladores opuestos a su intervención, aseguró en el comienzo de su discurso que el conflicto en Oriente Medio es un "choque no entre civilizaciones, sino entre la civilización y la barbarie".
También dijo que Israel enfrenta una guerra entre los que "glorifican la muerte y los santifican la vida", al tiempo que aseguró al pleno: "amigos, tenemos algo seguro, vamos a ganar".
El primer ministro israelí enmarcó la lucha contra el grupo armado palestino Hamás, que el pasado 7 de octubre atacó territorio israelí y mató a unas 1,200 personas, como un conflicto más amplio en todo Oriente Medio.
El discurso del primer ministro israelí, que no contó con la presencia de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, que tradicionalmente preside la cámara en discursos de mandatarios extranjeros, recibió varias ovaciones, mientras que algunos legisladores decidieron asistir con camisetas que pedían el alto el fuego en Gaza, donde han muerto cerca de 40.000 personas.
Ante de este encuentro han sido detenidos un centenar de manifestantes que pedían el cese del envío de armas a Israel y la liberación de los rehenes que aún están en manos de Hamás.
La visita de Netanyahu llega en un momento de turbulencias políticas en Estados Unidos por el intento de asesinato contra el expresidente y candidato republicano en las elecciones presidenciales del próximo noviembre, Donald Trump, y la renuncia a la reelección de Biden, quien señaló como sucesora a la vicepresidenta Kamala Harris, ausente en el discurso del primer ministro israelí