El sarampión se dio por erradicado en Estados Unidos en el año 2000. Y ahora, el país se enfrenta al peor brote de los últimos 25 años: casi setecientos casos en apenas cuatro meses, registrados en 22 estados.
Desde el Centro de Control de Enfermedades urgen a los padres para que vacunen a sus hijos, la forma más sencilla y segura de protegerse contra la enfermedad.
La epidemia tiene especial incidencia entre la comunidad judía ultraortodoxa, que no vacunan a los niños por motivos religiosos. Pero no es la única excusa que esgrimen los antivacunas.
La campaña de desinformación de los antivacunas cala en la gente, asegura este doctor de la Escuela de Medicina de Nueva York. Los que llegan a su consulta se han creído patrañas de todo tipo, como que tener sarampión protege del cáncer o que la vacuna provoca autismo.El mes pasado, el condado neoyorquino de Rockland prohibió el acceso a los sitios públicos a los menores de 18 años sin vacunar, con multas de 2.000 dólares diarios.
Una emergencia sanitaria que también ha declarado la ciudad de Nueva York ante dos brotes de sarampión que empezaron a finales del año pasado y que aún siguen sin remitir.