150 personas han permanecido dos días atrapadas en el aeropuerto de Funchal, la capital de Madeira, sin poder salir de la isla portuguesa después de que Iberia cancelase dos vuelos.
La compañía aérea no les ofrecía una solución y se limitaba a entregar vales de 15 euros para la comida. Muchos han tenido que dormir en el suelo del aeródromo, en colchonetas en el mejor de los casos porque "no había para todos", según cuenta a Telemadrid Laura Martínez, una de las afectadas.
Ella pudo conseguir hotel pero la factura por dos noches para su familia ha ascendido a 2.500 euros. Y no fue lo peor, ya que no podían salir de la isla. "Intentamos coger vuelos para otros puntos de Europa y todo completo", afirma.
Para esas personas -muchas de ellas madrileñas- que decidieron pasar sus vacaciones en Madeira la vuelta a casa ha sido un infierno. Su avión no pudo aterrizar en la isla el pasado viernes, y se quedaron en tierra.
Denuncian el abandono de Iberia, la línea aérea con la que volaban. Dicen que la compañía se ha desentendido de ellos. Les ofrecieron plazas para finales de agosto o septiembre.
Todavía no se lo creen. Ya están sentados en el avión. Dispuestos a olvidar cuanto antes esta pesadilla.