Sin apenas material de protección, sin test, con protocolos sanitarios para decidir la derivación de residentes a hospitales.
Según Amnistía Internacional se vulneraron al menos cinco derechos humanos de las personas mayores. El informe se centra en residencias de Cataluña y Madrid.
‘Abandonadas a su suerte’ advierte de que esta situación se podría repetir.
El padre de Elena falleció en marzo. Su hija solicitó en varias ocasiones su derivación a un hospital.
“El médico de la residencia me dijo que les habían prohibido llevar al hospital a los enfermos de las residencias” asegura.
Amnistía internacional habla de vulneración del derecho a la salud, a la vida y a la no discriminación de las personas mayores.
“No podíamos despedirnos de él de ninguna manera” afirma Lola Parra.
En la primera ola, según Amnistía, se tomaron decisiones que chocaron con los derechos a una vida privada y familiar y a una muerte digna.
La falta de medios, dice la organización, fue común prácticamente a todas las residencias de Madrid y Cataluña.
“Los protocolos que ordenaban la no derivación hospitalaria siguen estando vigentes” asegura Ignacio Jovtis, investigador de Amnistía Internacional.
El gobierno madrileño estudiará el informe. Sanidad insiste en que las derivaciones se hacen con criterio médico y Políticas Sociales asegura que la situación está controlada.
“Tenemos todos los materiales de protección, además de la detección rápida a través de test de antígenos” señalan desde la consejería.
La fiscalía ha abierto diligencias penales. Varias denuncias han sido archivadas, pero lo mayoría siguen su curso en los tribunales.