A veces las peores pesadillas nacen del mundo real. Almudena Grandes entra en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Años 50. En el páramo social de la posguerra y la dictadura, Ciempozuelos escenifica un infierno sobre la tierra.
En "La madre de Frankenstein", Almudena Grandes explora el mundo oscuro del trastorno mental en tiempos de sombra. Lo hace a través de un psiquiatra, personaje de ficción, y de la historia real de Aurora Rodríguez, asesina de su hija Hildegarth. En Ciempozuelos convivían todos los estigmas sociales: mujer, demente y sola.
También escribe y describe una psiquiatría inhumana. El aislamiento, el abandono, las descargas eléctricas. Una jerarquía social que dividía a las pacientes en cuatro categorías, según el dinero que pudieran pagar.
La madre de Frankenstein reconstruye, en definitiva, los delirios de un país, una época y una parricida