Cuando estaba emabarazada, a Trinidad su ginecologo le hablo de un banco de células madre en Bélgica. Allí podía almacenar el cordón umbilical por si algun dia lo necesitaba. Lo hizo con su primera hija y también con el segundo y por un poderoso motivo. Poder en el futuro, si lo necesitase, poder curar a sus hijos. Pero el laboratorio quebró y desde hace tiempo nadie responde a las llamadas. Se han perdido esas células madre.
Trinidad abonó 4.000 mil euros a la empresa. Ahora una plataforma de afectados comienza a echar a andar en España. En apenas un mes se han sumado más de mil personas.Quieren saber dondes están las celulas madre de sus hijos.