Operado con éxito el marido de Nanci Pelosi. Ayer entró un asaltante en su casa, buscando a la presidenta de la cámara de representantes de EEUU. Le golpeó con un martillo en el cráneo. El agresor ha sido detenido. Todo indica que había una motivación política.
El presidente Joe Biden, en un acto demócrata en Filadelfia, se ha referido al ataque calificándolo de “despreciable”. “Hay demasiada violencia política, dice, demasiado odio”. Biden no ha dudado en apuntar a los republicanos, y en especial a Trump, al afirmar que el agresor se encuentra entre las filas de los que creen que les robaron las elecciones o niegan la pandemia.
La vicepresidenta Kamala Harris ha hecho lo propio. “Cualquiera que pretensa ser un líder, dice, tiene que entender el significado y el impacto e sus palabras”.
El expresidente Obama, incorporado a la campaña de las elecciones de media legislatura en Georgia, asegura que algunos políticos trabajan para avivar la división “quieren que la gente se enfade y tenga miedo de los demás para su propio beneficio, asegura”.
Entre los republicanos, Mitch Mc Connell, líder de su partido en la Cámara de Representantes, ha afirmado que se siente “horrorizado por el ataque”.
La policía de San Francisco ha calificado la agresión a Paul Pelosi de intencionada. “No fue un acto casual”, dice el jefe de la policía William Scott.
Pelosi, de 82 años, fue atacado en su casa de San Francisco mientras su mujer se encontraba en Washington. El agresor entró al grito de “¿Dónde está Nancy?”, el utilizado por la turba que asaltó el Capitolio en enero de 2021. Pelosi, que recibió un martillazo en la cabeza, ha sido operado de una fractura de cráneo y se recupera en el hospital.