Conducir en invierno se complica en muchas carreteras de nuestra Comunidad con las temidas placas de hielo. Un escenario que tenemos que tener en cuenta a la hora de coger el coche, sobre todo aquellos conductores que no están acostumbrados. La conducción si se encuentra una placa de hielo, según los expertos, debe ser con máxima suavidad y no frenar o acelerar con brusquedad.
El problema es que las placas de hielo se pueden producir en días de anticiclón donde, aparentemente, la carretera está en buen estado. De hecho, ese es uno de los grandes peligros porque no resultan del todo visibles, por lo que conviene estar especialmente atento.
¿El truco para detectarlas?
Fijar las vista en la carretera para intentar detectar su brillo sobre el asfalto. Sobre todo se debe estar alerta cuando, a primera hora de la mañana, el termómetro de tu vehículo marca 3ºC o menos.
Durante las últimas horas de la noche y hasta el amanecer, se producen las horas más frías del día que, sumado a la humedad o la vegetación de la cuneta, pueden ocasionar placas de hielo o escarcha.
También ha y que prestar especial atención a las áreas sombrías, las zonas situadas bajo puentes y las depresiones del asfalto, pues son las zonas donde mayor probabilidad de hielo puedes encontrar.
Ademas, en la conducción sobre hielo cobra especial importancia el estado y la presión de los neumáticos. Y ojo, sobre todo, a la hora de frenar. Con hielo la distancia necesaria se llega a multiplicar por 10.