Más de 23 meses, casi dos años es lo que se tarda en desalojar a un okupa en España. Un tiempo que puede llegar a los 3 años. Son datos del Consejo General del Poder Judicial.
En el caso de Madrid el tiempo medio para echar al okupa es de algo más de 21 meses. Lideran este ranking Castilla y León (35,9 meses), Murcia (27), Canarias (26) y Andalucía (24,9). Estas cifras se refieren a hallanamientos o usurpaciones, pero si hablamos de inquiokupas, el plazo para conseguir recuperar una casa es, en muchos casos mayor, incluso de 4 y 5 años para desesperación de los propietarios.
Algunos viven auténticos dramas. Carmelo es uno de los miles de propietarios afectados por la inquiokupacion. En 2018 heredó la casa de sus padres y tras reformarla la puso en alquiler para complementar su pensión. A día de hoy, acumula, 5 años de impagos.
Ante esto asegura sentirse desprotegido. Sus inquiokupas han sido declaradas vulnerables y la ley aprobada en 2020 -originada por la pandemia- impide ahora desahuciarlas.
Algo que no sólo afecta a los propietarios, sino también al mercado de la vivienda en general.