La detención de Pedro Castillo no ha puesto fin a la crisis en Perú. La calle ha tomado el relevo a los congresistas y Lima ha registrado importantes disturbios entre partidarios y opositores del presidente depuesto.
La nueva presidenta, Dina Boluarte, ha hecho un llamamiento a la calma y la unidad política y social sin mucho éxito, tras el fallido autogolpe de Estado. La calle ha registrado enfrentamientos entre quienes piden elecciones anticipadas y los partidarios del gobernante detenido.
Boluarte sugirió la posibilidad de un adelanto de elecciones generales, "si la situación lo amerita", y también criticó, a través de la cancillería, las declaraciones de las autoridades de México sobre la situación del destituido expresidente Pedro Castillo, que ha pedido asilo a ese país.
Mientras tanto, Pedro Castillo permanece detenido en el mismo presidio militar que custodia a Alberto Fujmori.
Políticos próximos y sus defensores legales aseguran ahora que no recuerda haber pronunciado el discurso en el que disolvía el Congreso e insinúan que podría estar drogado en ese momento.
De momento, el único apoyo abierto a Pedro castillo ha venido desde Venezuela.
El expresidente peruano se enfrenta a un delito de rebelión.