Es difícil apreciar bondad o normalidad entre el desfile de personajes miserables, despojados, avariciosos lujuriosos o intolerantes que recorren esta tragicomedia de aldea.
Según el director, muy actual por ese choque entre quienes se creen poseedores de la moral y la verdad frente a un pueblo de supervivientes sin educación. Una crítica a los poderes muy valleinclanesca.
Consuelo y Trujillo encarnan a las dos cuñadas enfrentadas, Marica y Mari Gaila, en una obra exuberante y exigente para actores y público por el particular lenguaje del autor gallego.
Valle Inclán escribió 'Divinas palabras' para no ser representada, por su dificultad. 100 años después resulta imprescindible en la escena española.