Estados Unidos llevó a cabo este sábado su primer lanzamiento aéreo de ayuda humanitaria en Gaza mediante aviones militares que distribuyeron aproximadamente 38.000 comidas, según el Comando Central de la Fuerza Aérea de EE. UU.
En un comunicado publicado en X, el Comando Central dijo que colaboró con Jordania para realizar los lanzamientos. "Los lanzamientos aéreos humanitarios del Departamento de Defensa contribuyen a los esfuerzos continuos del gobierno de Estados Unidos para brindar asistencia humanitaria vital a la población de Gaza. Estamos llevando a cabo una planificación para posibles nuevas misiones de entrega de ayuda aérea", detalla el comunicado.
El Comando Central de la Fuerza Aérea de EE. UU. usó tres aviones C130 para lanzar 66 paletas con alimentos, 22 de cada avión, según los medios locales. Los paquetes de comida no incluían ni agua ni suministros médicos, según CNN.
Las organizaciones de ayuda humanitaria dicen que estos lanzamientos aéreos están muy lejos de satisfacer las necesidades de alimentos y suministros en la zona, donde más de 2 millones de personas se enfrentan a la hambruna.
Ayer, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el lanzamiento aéreo de paquetes con alimentos y medicinas en la Franja de Gaza y abrió la posibilidad de abrir un corredor marítimo para facilitar la entrada de ayuda humanitaria en el enclave.
"La ayuda que está fluyendo hacia Gaza no es suficiente. Hay vidas inocentes en juego. Hay vidas de niños en juego", afirmó el mandatario al iniciar una reunión en la Casa Blanca con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
La Organización ha confirmado la muerte por inanición de un décimo niño en un hospital. “Desgraciadamente, dice el portavoz de la OMS Christian Lindmeier, cabe esperar que las cifras no oficiales sean mayores”. Una de cada cuatro personas se enfrenta a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, lo que explica la desesperación de la gente que buscaba ayuda en un convoy, y que fue atacada provocando la muerte de un centenar de palestinos.
Con esas víctimas, el número de muertos ha llegado a los 30.320. Además del hambre, Gaza está amenazada por las enfermedades infecciosas dado que los campos de refugiados rebosan de aguas contaminadas, en el especial en el macro campo de Rafah, donde se hacinan 70.000 personas.
“Mis hijos, dice Yaser Amar, han desarrollado sarna y erupciones cutáneas. La basura atrae además a nubes de mosquitos”. En este panorama, las negociaciones para una nueva tregua se han paralizado. Hamás anunció ayer la muerte de siete rehenes, e Israel ha anunciado que suspende las conversaciones hasta que entregue una lista de los secuestrados que siguen con vida.