La entrada en Naturgy sería la última de una larga lista de inversiones árabes millonarias en empresas estratégicas españolas. En esta lista hay multinacionales como Cepsa, Telefónica, Iberdrola o El Corte Inglés. Su estrategia pasa por dar salida a los petrodólares en activos tácticos. Refleja además la falta de inversión de dinero español en estas empresas.
Un apetito de los países árabes por las empresas españolas que no es nuevo. Desde hace una década, Emiratos, Qatar y Arabia Saudí han ido picando en diferentes sectores, pero sobre todo en el energético y el industrial.
“Se debe por supuesto a una estrategia de diversificación de estos países árabes, tradicionalmente muy dependientes del petróleo”, señala Ricardo Palomo, decano de la Facultad de Ciencia Económicas CEU.
En 2011, el fondo soberano de Abu Dabi se hacía con el 100% de CEPSA, por 7.500 millones de euros, la mayor inversión hasta la fecha. Ocho años más tarde vendió un 37% de la petrolera por casi 3000 millones.
También controla el 3,1% de Enagás. El mismo año que sus vecinos compraban Cepsa, el fondo soberano de Qatar irrumpía en Iberdrola y hoy es su principal accionista con un 8,7%. También lo es de la inmobiliaria Colonial, con algo más del 19%.
“Lamentablemente en España no hay muchas grandes empresas ni grandes capitales que puedan tomar participaciones de esta dimensión”, incide.
Los tentáculos cataríes se extienden, además, por el grupo IAG, dueño de Iberia, El Corte Inglés o el Grupo Prisa.
¿Y qué pasa con Arabia Saudí? Telefónica es su inversión más reciente, tiene de momento un 5%.
Petrodólares que tampoco faltan en parques eólicos, fotovoltaicos e incluso hoteles de lujo como el Ritz o el Mandarín de Barcelona, ni en el fútbol español.