España ha "entregado" simbólicamente a la ONU las instalaciones de la cumbre mundial del clima (COP25) que albergará el recinto ferial de Ifema en Madrid, en donde se reunirán delegaciones de casi 200 países durante dos semanas desde el lunes para impulsar la lucha global contra la crisis climática.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, han visitado este sábado las instalaciones de Ifema en Madrid donde se va a celebrar la Cumbre del Clima.
Ambos han recorrido el pabellón central de la Cumbre para la que se ha montado el mobiliario necesario para acoger todas sus actividades durante los doce días que dura el evento. La superficie total que ocupará el evento internacional será de 113.000 metros cuadrados repartidos en siete pabellones.
El presidente del Gobierno en funciones no ha hecho declaraciones a la prensa durante su visita. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter ha subrayado que esta Cumbre "es clave para lograr una acción climática más ambiciosa, justa e inclusiva", y ha agradecido el trabajo a quienes la han hecho posible.
Sánchez y Ribera han saludado a los empleados y voluntarios que han estado trabajando durante el mes de noviembre para que esté todo preparado de cara a diciembre. En total, han sido 6.000 trabajadores y 2.000 voluntarios los que han preparado todo el trabajo previo a la Cumbre.
En concreto, 1.500 empleados son los que están finalizando los montajes de la Cumbre Mundial del Clima (COP 25) este fin de semana, mientras que 4.000 personas formarán parte del staff técnico, más los 2.000 voluntarios al día, según ha informado el Gobierno.
Por otro parte, habrá más de 200 personas trabajando de la Administración General del Estado e Ifema contratará a 300 personas para dar soporte director a la organización de la ONU, con 50 ingenieros en el Centro de Coordinación de red.
Tiempo récord de organización
La Cumbre del Clima se ha organizado en tiempo récord, tan sólo se ha tenido un mes desde que se decidiera que no se celebraba en Chile por los disturbios que se viven en el país y Sánchez ofreciera Madrid como alternativa como una muestra más del compromiso del Gobierno de España para luchar contra el cambio climático y los objetivos de desarrollo sostenible, recogidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
España ha acogido la COP25 bajo la presidencia chilena y en las mismas fechas previstas originalmente, dando lugar a sólo un mes para su organización. Además, con esta decisión, Sánchez quiere forjar el camino de la implantación de esa ambición climática global a Madrid, Chile y a todas las capitales solidarias del cambio.
Ambos países han informado de que han trabajado conjuntamente para que esta Cumbre sea clave para lograr un movimiento de acción climática global más justo e inclusivo. Para ello, contará con la presencia de delegaciones de 196 países, medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, los más altos representantes de las tres instituciones de la Unión Europea, la presencia de la Comisión y los presidentes del Parlamento y del Consejo Europeo y los máximos representantes de instituciones internacionales.
Con todo ello, a la Cumbre, que comienza el próximo lunes, se han inscrito ya cerca de 30.000 personas y la organización del evento ha supuesto una inversión, por parte del Gobierno de España, de 50 millones de euros. Una cifra que está en la horquilla de los 37 millones, que ha supuesto la COP más barata, y los 178 millones de euros de la más cara, la Cumbre de París de 2015.