Julia superó una crisis emocional precisamente gracias a su caballo. Toda una terapia emocional gracias al equino.
"Necesitaba algo que me llenara en mi vida y que me centrara. El caballo empezó a apreciar mis estados de ánimo y tiene una sensibilidad especial. Gracias a él he ganado en confianza, fuerza y seguridad. Solo con mirarle supe que íbamos a tener conexión" asegura.
Por eso ha decidido pasar con Ciro todos los días. Una amistad y entrega mutuas por encima de todo lo demás.