El Ejército ruso redobla los ataques contra la localidad ucraniana de Bajmut, a pesar de las grandes pérdidas que está sufriendo. Kiev considera que Rusia ve la ciudad como un objetivo simbólico, pero que estratégicamente su conquista no supondrá, en principio, ningún avance significativo.
Bajmut se está convirtiendo en una carnicería. Kiev afirma que el Ejército ruso sufre una media de 500 muertos y heridos diarios en su intento por tomar la ciudad.
Mientras, sigue el avance del Ejército regular y de los mercenarios Wagner hacia la periferia norte de la urbe. Por su parte, el líder de los mercenarios, Eugeni Prigozin, asegura que está enviando cadáveres de soldados ucranianos a su país. A pesar de los combates, aún quedan civiles en Bajmut viviendo de manera muy precaria. Es el caso de Mazepa y su mujer, Natalia. “Solo nos dan comida humanitaria una vez al mes. No hay electricidad, agua ni gas”.
Por otra parte, Rusia mantiene sus bombardeos con misiles sobre los civiles. Un niño de un año ha resultado herido en Chornovaika. “Recibió una herida de metralla, dice un tío del pequeño, está hospitalizado”. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, preside en Kiev una conferencia internacional para avanzar hacia la creación de un tribunal que, en su día, juzgue a Rusia por “crímenes de agresión”. La presidenta de la comisión, Von Der Leyen, ha enviado un mensaje de apoyo a los reunidos en la capital ucraniana.