Los menores empiezan cada vez más pronto a consumir alcohol y tabaco. Según un estudio, el 34'6% de los niños de 12 y 13 años reconoce haber tomado alcohol al menos una vez en su vida.
Si preguntamos por la edad por la que empezaron a beber, pocos pasan de los 18 años. La razón se debe al comportamiento que ven en familiares o en su entorno de amigos. Los estudiantes obtienen mayoritariamente las bebidas alcohólicas en tiendas de barrio, en casa de otras personas o en sus propias casas.
Por otra parte, el 25% ha fumado alguna vez un cigarrillo electrónico y un 37'7% ha consumido bebidas energéticas.
Datos que preocupan a los padres y a los profesionales y a los que los menores restan importancia.