Cada vez son más jóvenes las personas que se adentran en el mundo del juego y las apuestas. En nuestra región, si se hace una media, cada madrileño se gastó casi 31 euros en jugar al bingo y más de 36 en las máquinas tragaperras.
En total, en todo el país, los españoles han gastado más de 2.680 millones de euros durante 2020, el último año del que se tienen datos y que estuvo marcado por el confinamiento. Son cifras más bajas que otros años, sobre todo, en las tragaperras de los bares.
En la hostelería hablan de un 50% de caída de este negocio. La crisis y la aparición de los salones de juego ha trasladado el negocio. Los mayores son los que aún echan algunas monedas a las tragaperras, aunque preocupa el aumento de jóvenes, sobre todo en barrios con rentas bajas, que tratan de obtener mejores ingresos a través del juego.