Rusia inicia la llamada 'guerra del frío' con bombardeos selectivos sobre centros de producción de energía. Pretende, así, doblegar a los ucranianos, en un país donde las temperaturas en invierno son muy bajas. Mientras, Elon Musk da marcha atrás y anuncia que seguirá financiando la red de internet a Kiev.
Un 40% de la capacidad de producción de energía ha sido dañado tras una semana de bombardeos continuados. Misiles de largo alcance y drones suicidas atacan las instalaciones energéticas de las principales ciudades. “Tejía mientras mi bebé dormía, dice Liubov Pali, vecina de Kiev, cuando todo se apagó. Afectó a todos los edificios del barrio y tampoco había luz en la calle”.
Zaporiyia ha sido bombardeada esta mañana. “Ucrania no debe ni puede rendirse, dice Dimitro Pocischuc, médico. Si mi país se detiene, los bombardeos y asesinatos continuarán”.
Por otra parte, Rusia anuncia que dos soldados voluntarios han disparado contra las tropas acantonadas en un campo de entrenamiento en Belgorod, cerca de la frontera. Han matado a 11 militares y herido a 15, antes de ser abatidos.
Yacheslav Gladkov, gobernador de la región, ha calificado los hechos como un acto terrorista.
Por su parte, el presidente Zelensky cifra en 65.000 las muertes rusas desde el inicio de la invasión.
Asimismo, Eliot Musk se retracta. Frente lo dicho ayer, su compañía seguirá proporcionando gratis su servicio de Internet al Ejército de Kiev, crucial para su ofensiva.
