El primer encierro de los Sanfermines ha tenido una duración de 2’41. Casi tres minutos plagados de tensión, donde la clásica aglomeración de esta festividad ha hecho que los resbalones sean inevitables.
El colorao Sombreto lideraba en la Cuesta de Santo Domingo hasta la curva de Mercaderes. En Estafeta comenzaba a vislumbrarse el peligro. Un tropezón previo y la manada salmantina se separaba.
Momentos de tensión
Pitinesco tomaba un peligroso protagonismo. Con sus 615 kilógramos de peso, el astado resbalaba sobre los adoquines. Con él, varios mozos. Y segundos después, tras embestir a varios corredores, sus cuernos hacían mella en el cuerpo de un estadounidense de 23 años.
Los corredores llamaban la atención del toro. Los servicios médicos atendían inmediatamente al joven. Pero, el resto de la manada, antes de entrar en la plaza, se llevaba por delante a otro joven que quedaba tendido en el Callejón, sin sentido.
Además, justo antes de entrar en la plaza arrollaban a otro más. Su cuerpo, inconsciente ha sido pisoteado por mansos y morlacos. También por un desbocado Pitinesco que daba por finalizado un encierro con tres corneados y dos heridos con traumatismo craneal.