Con la pandemia ha aumentado el robo de perros, especialmente, de los de raza, según denuncia la Real Sociedad Canina. Para paliarlo, pide al Gobierno que ponga en marcha medidas; entre ellas que ese robo se considere un delito penal y que sea obligatorio el uso del microchip para tener identificadas a todas las mascotas.
La pandemia ha disparado en un 50 por ciento la demanda de cachorros según sus datos.
Hasta ahora en nuestro país eran habituales las denuncias de robos de canes empleados para la caza como los galgos o aquellos usados como sparrings de perros de pelea. A ellos se les han sumado ahora los de razas populares entre los ciudadanos y lo sufren sus dueños y los criadores.
Por eso la Real Sociedad canina pide que a igual que ha ocurrido en Reino Unido se endurezcan las penas por el robo de mascotas y sea considerado un delito penal.
Reivindican también que sea obligatorio ponerle el chip a todas las mascotas y que se sancione a los dueños que la incumplan. Argumentan que en caso de perdida y robo será más fácil localizarles y que el 8 de cada 10 perros abandonados no tenían chip.