El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se puso hoy en Milán como ejemplo de que la alternativa progresista es posible en Europa y de los logros que consigue la moderación frente a los extremismos que cree que sólo usan la palabra para difamar.
Sánchez viajó por vez primera a Italia como jefe del Ejecutivo y lo hizo para mantener sendas reuniones con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y con el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, antes de participar en un acto de Partido Demócrata (PD) italiano.
Fue en este acto, en el que fue el invitado principal del líder del PD, Maurizio Martina, donde el presidente del Gobierno hizo una cerrada defensa del proyecto europeo y consideró que los miembros de la familia socialista deben luchar para reformar la UE, no para paralizarla o quebrarla como pretenden otras fuerzas.
No hubo en su intervención una referencia explícita a la actitud del Gobierno italiano encabezado por Giuseppe Conte e integrado por el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, pero sembró su discurso de referencias alertando del peligro que suponen los eurófobos y extremistas.
Sánchez reivindicó sus políticas y se puso como ejemplo ante el PD para que luche por llegar al Gobierno italiano.
En ese sentido, explicó que hasta hace pocos meses en España había voces que decían que no iba a haber nunca más un gobierno progresista pero subrayó que, aunque no fue fácil, con constancia y determinación, los socialistas españoles demostraron que "el futuro no está escrito".
"Luchamos y gobernamos. Hoy gobernamos en España y estamos transformando a favor de la mayoría social el bienestar y la prosperidad de nuestro país", añadió.
Y prosiguió en esa línea: "El Gobierno avanza y España también, con moderación y serenidad. En el extremismo no está ni la virtud ni las soluciones a los problemas tan complejos que viven las sociedades".
Si hay algo que tiene muy claro, dijo, es que "en España cotiza al alza la responsabilidad y cotiza a la baja la radicalidad y el extremismo".
Para Sánchez, la diferencia entre los socialistas y los extremistas es que los primeros usan la palabra para acordar y los segundos para insultar y difamar porque carecen de proyecto político.
En su defensa del proyecto europeo destacó el papel que debe seguir jugando Italia.
"Decir Italia -subrayó- es decir Europa, y decir Europa es decir Italia. Europa sin Italia no sería Europa e Italia sin Europa no sería Italia".
Por tanto, animó al PD a seguir luchando por una Europa "de la esperanza frente a quienes no tienen proyecto político y lo único que quieren es infundir miedo a la sociedad".
El presidente del Gobierno consideró que la socialdemocracia es la heredera de los ideales de la Revolución Francesa, y en aplicación de esos ideales dijo que está adoptando medidas como la subida del salario mínimo interprofesional, una ley de igualdad salarial o una política migratoria solidaria.
Al respecto, resaltó que España acogió al buque Aquarius, con más de medio centenar de inmigrantes a bordo que se encontraba en el Mediterráneo, porque el Gobierno se siente solidario con los refugiados pero también con Italia, país cuyo Ejecutivo había negado la acogida.
Tras reclamar a todos los socios comunitarios la misma solidaridad con España, destacó que cuenta con el Gobierno con más mujeres de toda Europa y está aumentando becas para familias con menos recursos o impulsando leyes en favor del medio ambiente.
La lucha contra la pobreza infantil, energética y laboral, la universalización de la sanidad y el aumento del impuesto a las grandes corporaciones son otras medidas que consideró que los ciudadanos valoran.
"Semana tras semana el Gobierno avanza y estamos demostrando que hay un camino progresista, socialdemócrata, europeísta, que transmite esperanza y demuestra que hay alternativa", añadió.
Además, resaltó que todas las medidas que está adoptando son compatibles con el pacto de estabilidad de la Unión Europea.
Tras su intervención, Mogherini tomó la palabra y elogió la gestión que está llevando a cabo Sánchez, al que definió como "una luz de esperanza" que está mostrando "la mejor cara de Europa".
En la reunión previa que ambos mantuvieron, Sánchez, según fuentes españolas, transmitió su deseo de que se acelere el proceso de integración europea como respuesta a los eurófobos.