Los jóvenes lo tienen muy complicado para acceder a una vivienda. Según un estudio solo el 17,3 por ciento entre 16 y 29 años están emancipados.
Seis de cada diez viven en régimen de alquiler. Únicamente el 38 % disponía de una casa en propiedad o estaba pagando una hipoteca.
La mayoría viven de alquiler porque lo de comprar una vivienda está muy complicado.
Precariedad laboral
Pedir una hipoteca se antoja una quimera para muchos ya que requiere disponer de unos ingresos procedentes del trabajo (nómina o autónomo) o de rentas.
“La decisión entre comprar y alquilar atiende a las perspectivas laborales de futuro a nivel emoicional o económico” reconoce el portavoz de Idealista.
“Con toda la precariedad laboral que tenemos es imposible” opina uno. “Eso es imposible” lamenta otra de las jóvenes encuestadas.
La pandemia también limita las posibilidades lanzarse a comprar en estos tiempos que corren.