Teléfonos móviles y tabletas vuelven a ser uno de los regalos estrella de estas navidades. Y muchos de ellos para los más jóvenes de la casa.
7 de cada 10 adolescentes de entre 10 y 15 años ya tiene un dispositivo. Lo alarmante es que uno de cada tres presenta síntomas de dependencia por uso compulsivo.
Padres y educadores mantienen el debate sobre limitar la edad de acceso, y evitar más de un dolor de cabeza para muchos padres. Vital, dicen los expertos, poner reglas, desde el primer momento.
Tan sólo el pasado año, el Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas de la Comunidad de Madrid ha atendido a miles de adolescentes, entre 12 y 17 años.
Hay que distinguir entre mal uso de un móvil y adicción, nos dicen, pero hay signos que pueden hacer saltar las primeras alarmas.
Y sobre todo, para los padres, convertirse ellos mismo en ejemplos fomentando la vida familiar y con amigos, siempre offline.