Alrededor de un centenar de personas, según fuentes policiales, han participado en la concentración organizada por la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid junto a agrupaciones vecinales de Prosperidad para protestar y pedir el cierre de las cocinas fantasmas en zonas residenciales por los ruidos y olores que generan reclamando que se instalen en polígonos.
En la calle Zabaleta, ante uno de dichos negocios abierto desde hace un año y medio y al son de cacerolas y silbidos se han escuchado gritos como 'Queremos tranquilidad en Prosperidad', 'La suciedad fuera de la ciudad' o 'Si tan legales son, a la Puerta del Sol'.
Desde la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) Vicente Pérez ha expresado que el problema no son las cocinas industriales sino "la ubicación en una zona residencial" porque "solo traen molestias, problemas de convivencia, ruido, humo, malos olores, problemas de movilidad, enfrentamiento entre los vecinos y basura".
En la misma línea, Angeles Hernández, vecina de Prosperidad afectada por la situación, ha resaltado que los vecinos están "hartos de que en todos los barrios estén colocando estas cocinas antihigiénicas".
Laura Ponce, vecina de Paseo Imperial pero afectada asimismo por el establecimiento de cocinas fantasma, ha sostenido que no buscan una regulación sino directamente que las prohíban en la ciudad y entornos residenciales. "Una actividad industrial no se puede hacer en un barrio, rompe la convivencia de los vecinos y altera su salud. Que se vayan a un polígono" ha recalcado.
Asimismo, ha acusado al Gobierno municipal de no escuchar a los vecinos, dejando "que se lucren cuatro a costa del daño de miles de ciudadanos", y ha hecho referencia a Barcelona, donde han prohibido las cocinas fantasmas, para preguntarse "por qué el Ayuntamiento de Madrid no hace lo mismo".
Por su parte, Silvia García, otra de las afectadas por las cocinas fantasma, ha añadido que el área de Urbanismo les "da largas" y que el Gobierno "no quiere reunirse".