Malestar de los colectivos de víctimas del terrorismo y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por los homenajes a etarras que salen de prisión tras cumplir condena. Piden leyes que impidan lo que califican de humillación a las víctimas y familiares. El próximo homenaje está previsto el 18 de septiembre en Mondragón, al etarra Henri Parot, que provocó 85 muertos. El último pasacalles se produjo esta misma semana.
En lo que llevamos de año, se ha producido 64 pasacalles en el País Vasco. Estaríamos hablando, según Covite, de dos homenajes a etarras a la semana. El último, en el barrio bilbaíno de Santuxu, a Agustín Almaraz Larrañaga condenado a 78 años de cárrcel por asesinar a cuatro personas en los años 90, de los que ha cumplido menos de la tercera parte y al que el ministerio del Interior ha acercado hasta en dos ocasiones desde enero.
Primero, de Estremera a la cárcel aragonesa de Zuera y luego a Basauri antes de recibir el tercer grado. Todos los partidos políticos condenaron este homenaje, excepto Bildu.
Maite Araluce, presidenta de la AVT dice que forman parte de la estrategia de ETA para blanquear el terrorismo.
El entorno abertzale tiene prevista otra marcha en homenaje a Henri Parot, el terrorista más sanguinario de ETA, con 85 asesinatos a su espalda por los que ha sido condenado.
En respuesta, la AVT anuncia que convocará una serie de homenajes a la víctimas de Parot, en forma de ofrenda florales.
Los sindicatos de la Policía y Guardia Civil han mostrado su malestar. Reclaman leyes que impidan actos, como el de Parot que -dicen- humillan a las víctimas.
"Lo que consiguen es abrir viejas heridas; lo que consiguen es tirar por tierra el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad que pusieron en riesgo sus vidas y teniendo tantas víctimas", dicen desde Jupol.
Piden al ministerio de Marlaska que lo paralice. No es ilegal pero la Delegación del Gobierno en el País Vasco lo ha puesto en manos de los jueces para que se pronuncien. Lo harán en los próximos días.
