Dentro de una semana, morirá un símbolo del Rastro, el bar museo de la radio. Un fondo de inversión ha comprado el edificio y ha acabado con un negocio de 65 años.
Tres generaciones han estado a cargo del bar. El padre de Petra inauguró el Mesón del Rastro, después de ganar la lotería, en la década del 60.
El nombre original era Mesón del Rastro, pero a finales de los noventa lo bautizaron como Museo de la Radio por los más de 200 transistores colgados en sus paredes.
De nada ha servido pedir que lo salvaran. Petra cierra la persiana.