Normalizar las enfermedades mentales y dedicarles más recursos para cubrir a toda la población son las peticiones que hacen los enfermos y profesionales de este ámbito tras casi dos años de pandemia en los que se han detectado más casos y se han puesto sobre la mesa las carencias.
Los expertos alertan de que han aumentado los ingresos de niños y adolescentes por ideas de suicidio, y ponen también el acento sobre los trastornos de la conducta alimentaria. Entre los médicos también han surgido más casos de estrés y ansiedad. Todos hemos acusado el golpe de la pandemia, que elevado los niveles de tristeza e inseguridad.
300 millones de pacientes en todo el mundo
Para demandar mejoras, con atención especializada para todos los que la necesiten, sin discriminaciones de ninguna clase, se han manifestado este domingo por el centro de Madrid cientos de personas convocadas por la federación Salud Mental Madrid, en la que han coreado consignas como "Menos compasión y más comprensión" y “Menos discursos y más recursos".
Y es que las enfermedades mentales afectan a más de 300 millones de personas en el mundo, y cerca de 800.000 personas se suicidan cada año, de las que 45.800 son adolescentes, lo que convierte el suicidio en la principal causa de muerte en estas edades después de las lesiones por accidentes de tráfico. La tendencia indica que en 2030 las enfermedades mentales sean la principal causa de discapacidad en el mundo, subraya la OMS.
Precisamente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mencionó en la víspera de esta jornada los datos alarmantes de la OMS al anunciar que destinará 100 millones de euros al plan de acción incluido en la Estrategia Nacional de Salud Mental, así como la puesta en marcha de un teléfono operativo 24 horas, gratuito y confidencial, para ofrecer apoyo a personas con conductas suicidas.