El incendio forestal desatado ayer en el municipio tarraconense de Santa Coloma de Queralt avanza sin control por la comarca de Conca de Barberà y la barcelonesa de Anoia, donde ha generado "una situación crítica" que, previsiblemente, no mejorará hasta la noche y cuya evolución dependerá del viento.
El incendio ha quemado, hasta el momento, más de 1.200 hectáreas forestales y de cultivo, pero su evolución compromete hasta un total de 5.000 si el viento, que soplará de sur, rompe el flanco izquierdo y la cabeza del fuego avanza hacia el norte, en dirección al núcleo de Sant Martí de Tous, según los Bombers de la Generalitat.
Las llamas avanzan con un frente de diez kilómetros y una cabeza muy activa de dos kilómetros.
En la zona trabajan en estos momentos 331 bomberos con 138 dotaciones, de las que 50 son camiones de agua, además de 26 unidades, con cuarenta personas, de la Unidad Militar de Emergencias (UME) llegadas desde Zaragoza, entre otros efectivos de diversos cuerpos de emergencias.
Los trabajos sobre el terreno cuentan con la ayuda de una quincena de medios aéreos, de los que nueve los ha enviado el Ministerio de Transición Ecológica.
Los equipos de emergencias han desalojado hasta el momento 82 personas de varios municipios, así como un número aún indeterminado de habitantes de masías aisladas de la zona.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, quien esta mañana ha hablado con el presidente Pedro Sánchez sobre esta catástrofe ecológica, ha hecho un encarecido llamamiento a toda la población para que evite toda actividad en el medio natural de Cataluña y, con ello, evitar nuevos incendios que requieran desplazar medios y efectivos, que ahora se destinan a este incendio que avanza entre las provincias de Tarragona y Barcelona.
En Huelva, otro fuego ha calcinado 600 hectáreas cerca del municipio de Villarrasa, aunque los bomberos han logrado estabilizarlo.
En la provincia de Albacete, otras 1000 hectáreas han ardido desde ayer en un incendio de momento controlado.