La casa flanqueada por leones de bronce del dentista Iván Malagón
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid
REDACCIÓN
Leones a la entrada. Pero no cualquier león. Leones de bronce que antaño custodiaron la entrada de un palacio toledano. Es el sello de bienvenida con el que el dentista Iván Malagón recibe a sus invitados. Y es que su vivienda es como una moderna fortaleza, moldeada a base de diseño y hasta poesía.
Una casa en blanco y negro
A parte del diseño exterior, que llama mucho la atención, los colores no se le escapan a nadie. Solo dos, combinados de forma precisa e intencionada: el blanco y el negro. El ying y el yang en busca del equilibrio.
A Iván Malagón le encanta el diseño. De hecho, ha sido él mismo quien ha diseñado su casa. La fachada exterior tiene en la entrada una celosía que no es solo decoración. Esconde un mensaje que solo pueden leer aquellos que son capaces de descifrar los códigos de barras. Una de las celosías esconde en su diseño las coordenadas exactas de la casa, y las otras, los cumpleaños de sus tres hijas.
El interior es sobrio y a la vez está repleto de objetos de diseño y materiales nobles. El suelo es de mármol blanco de Macael. En la entrada tiene una silla 'Favela' y en el comedor, otra lámpara de diseño. Aunque en el salón, la pieza clave es el sofá. "Aquí es donde nos reunimos en familia, donde las niñas saltan, se divierten...".
Malagón, autor del libro de motivación personal 'Eres un crack', se presenta como 'arquitecto de sonrisas'. Es dentista, escritor, y decorador en su tiempo libre. Y amante de los coches. Guarda tres joyas en su garaje: un Maserati, un Aston Martin y un Brabus.
El módulo negro (tan llamativo desde fuera, y al que Iván llama 'nube de invierno') es el realidad la zona de dormitorios. Las niñas tienen cuartos separados solo por la pared, no por el techo. "Me gusta porque me recuerda a mi época de scout".
Y fuera, el jardín, con una piscina negra de 13 metros de longitud y un porche bajo el módulo negro, con tiras de luces led y lámparas que cambian de color en el suelo, para aprovecharlo mas allá del atardecer.