Veintidós puertas grandes consecutivas, tres de ellas también seguidas en la plaza de toros de Las Ventas. Fernando Adrián se ha adueñado de la 'baraka taurina' para sumar triunfos y llamar a la puerta de los carteles de mayor fuste de las grandes ferias. Ya no hay excusas para no contar con el torero madrileño.
En la Corrida de Beneficencia, donde el pasado año confirmó que no venía en broma, ha vuelto a descerrajar la Puerta Grande de Madrid con un toreo más pausado y evolucionado que el que puso sobre el tapete en la anterior edición. Sin perder la frescura que emana su toreo, pero dejando una versión más reposada, encajada y rotunda.
Tras haber estado en el aire su presencia en Madrid durante las negociaciones de este San Isidro, Adrián tenía la única bala de la Beneficencia y a fe que la ha aprovechado.
Dejó encaminado el triunfo con una oreja que cortó a su primer toro, un astado de Garcigrande fino de hechuras y se definió en bueno por nobleza y clase desde que le saludó de capote con varios faroles de rodillas. A pesar de que apuntó falta de fuerzas, el temple que aplicó Adrián ayudó después a que el toro del hierro salmantino sacase su buen fondo y al que acabó firmando una faena a más en la que destacaron las tandas finales al natural, con muletazos ajustados y muy profundos. Unas bernadinas y un estoconazo en la yema elevaron la faena al premio de la oreja.
Tuvo que desistir de armar faena con el noble pero endeble cuarto y para cerrar un buen lote, se encontró en sexto lugar con 'Bromista', un notable 'garcigrande' que embistió con explosiva profundidad a pesar de sus 597 kilos. El inicio de faena, rodilla en tierra en los medios, levantó ya a los tendidos del coso venteño. Ya incorporado, Fernando Adrián volvió a hilvanar otra faena que tuvo sus mejores cotas cuando agarró la mano izquierda. La hondura de los muletazos venían dados por la excelsa clase del toro de Justo Hernández. Qué manera de darse en su embestida... Y una coda final de ayudados por bajo que pusieron a revienta calderas los tendidos. Se resbaló el toro en el primer encuentro y la estocada viajó a los blandos. Agarró de nuevo la espada el torero para dejar una estocada que dio paso a una nueva petición de oreja que concedió el usía. La Puerta Grande, se abría de nuevo de par en par para su nuevo amo y señor, Fernando Adrián.
El otro protagonista del mano a mano improvisado tras la baja de Morante, Sebastián Castella, tuvo en su lote otro de los buenos toros de la corrida de Garcigrande, el abreplaza. 'Achampañado', un notable ejemplar del hierro salmantino que embistió con humillada entrega desde salida y con el que se picaron en quites los dos diestros. Por tafalleras Adrián, por altaneras Castella con una larga y toreo en redondo con el capote a una mano como remate. Después, el galo se enfrascó en un trasteo tan largo como plano, en el que sobresalió la calidad del toro sobre la monótona puesta en escena del torero.
No mejoró su última tarde isidril Castella con un remiendo de El Pilar blando al que crujió con un planteamiento de faena poco acorde a la condición del toro y un quinto de Garcigrande con tanta calidad como blandura de remos con el que volvió a mostrarse destemplado y nublado de ideas.
FICHA DEL FESTEJO
MADRID, domingo 9 de junio de 2024. Corrida de Beneficencia. Casi lleno (21.834 espectadores según la empresa)
Cinco toros de GARCIGRANDE, de desigual presentación y buen juego en conjunto. Notables por enclasada nobleza los lidiados en primer y sexto lugar y con clase aunque blandos el resto. Un remiendo de EL PILAR (3º), bien presentado, noble pero flojo.
SEBASTIÁN CASTELLA, saludos tras aviso, silencio y silencio.
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