El brigada estaba obsesionado con la mujer, a la que echó plaguicida en la comida. El brigada entró en la vivienda de la pareja de agentes y echó insecticida en el arroz cocido. El agente ha sido condenado a 22 años de cárcel por intento de asesinato y allanamiento. El matrimonio, mosqueado, había instalado una cámara oculta en el comedor de su vivienda. El matrimonio vivía en un permanente estado de psicosis y ansiedad desde hacía meses.
El insecticida que el brigada de la Guardia Civil echó en la comida de los agentes es letal. No era la primera vez que el brigada entraba en la vivienda del matrimonio de guardias civiles. El condenado sabía que el marido de la agente estaba siendo tratado con quimioterapia. El niño de la pareja de guardias civiles, al que también pudo envenenar, tiene 3 años. El brigada llegó a escribir sus planes en un documento, que guardaba en un pen drive.